7 de enero de 2011

Enigmas (1992)


"La imaginación y la invención de Boldó se concentran en la mecánica pictórica y la disposición de formas, colores y texturas. El resultado son telas tan atractivas que a cualquier espectador le gustan pero también le hacen rascarse la cabeza. [...] Los cuadros de este artista (que combinan dibujo y color en un equilibrio notable) son como grandes preguntas, como enigmas que ha creado y que no ha querido resolver por ahora."
Antonio Espinoza


"El trabajo plástico de Jordi Boldó interpela a nuestra mirada como pocos, pero además consigue comprometer el resto de nuestros sentidos. Boldó posee, en la nostalgia, en la conciencia y su contraparte, un pasado original que le propicia las influencias anímicas y artísticas, los convencimientos, el ambiente y el colorido reales, concretos, que le permiten llamar a nuestros ojos para hacernos oler, en cada una de sus obras, los aromas mediterráneos: el que debió corresponder al golpear de las olas azules sobre una quilla de madera, mientras en cubierta alguien buscaba, excitado y temeroso, el fin de la tierra; el fuerte, ocre y estimulante olor de un mercado en la costa africana con sus idiomas como encuentro de sables y bendiciones, el perfume de las mujeres que aguardaban el regreso de los marinos y el de los navegantes para quienes navegar era preciso, vivir no, y no obstante debían buscar con sus ojos, cada noche, el probable sitio donde la amada tejía, destejía sus lienzos. Todo eso, a poco de situarnos ante la obra de este artista, se nos presenta en nubes redondas o rasgadas, en breves y repentinos trazos y sugerencias. Y entonces, por un breve segundo, aparece el resquicio de un secreto: distinguir los colores es distinguir los aromas, desentrañar los aromas es llegar al mundo de Jordi Boldó, al Mediterráneo que es su pasado, su amor, su orgullo y su condena".
David Ojeda

No hay comentarios:

Publicar un comentario